Los 4 trucos definitivos para que la carne quede tierna
El mayor secreto para que al llevarnos un pedazo de carne a la boca esté tierno, aunque parezca una obviedad, es escoger las piezas que lo son. De la ternera, están las partes del centro del animal, como el lomo o la zona de las costillas; del cerdo, el solomillo, el secreto o la presa; y del pollo, los muslos, las alitas y lo que también se conoce como solomillo, que se encuentra detrás de las pechugas y cerca de las costillas.
Una vez escogidas las piezas, intervienen más factores, como el cocinado. Las carrilleras, por ejemplo, resultan duras antes de cocerlas y requieren de una cocción larga para que el colágeno se desprenda y le dé una textura tierna y gelatinosa a la carne, al igual que sucede con el rabo.
Las carrilleras o el rabo requieren de cocciones largas para que queden tiernos
Pero hay otras partes del animal -en el caso de la ternera, la tapilla, la cadera o la contra- que unos minutos a la plancha quedan fenomenal. A la pechuga de pollo, que es poco grasa, no le conviene ni el horno ni los cocinados muy largos.
Dicho esto, hay otros trucos que pueden ayudarte a conseguir esa ternura que a veces se resiste. A continuación, te contamos algunos:
- Golpear la carne
Está técnica, también conocida como espalmar, va perfecta para conseguir filetes más tiernos, largos y planos. Lo habitual es utilizar una maza o espalmadera. Al golpear la carne con este utensilio, las fibras se rompen y dejan paso a la ternura.
- Leche o yogur
Otro de los métodos más habituales es sumergir la pieza en leche o en una mezcla de esta con yogur. Sin embargo, para que funcione se necesita previsión: la carne debe estar sumergida unas horas para que se ablande. Y no temas por su sabor, ya que no se verá alterado. También hay quienes aseguran que haciendo lo mismo con aceite se consigue un resultado similar.
- Marinar
Igualmente, con un buen marinado podemos obtener una carne más tierna. Solo debemos mezclar aceite con un ácido, como zumo de naranja o de limón, especias, y dejar actuar un mínimo de media hora. El ácido hará que la pieza se ablande de forma natural. Un ejemplo puede ser combinar aceite de oliva, tomillo y zumo de limón, pero las posibilidades son infinitas.
- Ponle salsa
La salsa, por la humedad que aporta, también ayudará a que la carne se ablande. Además, ¿por qué no recurrir más a ella con la cantidad de opciones que hay en el recetario tradicional? Puedes preparar una salsa española, cazadora, Pedro Ximénez, a la naranja…